En fin, que dura es la vida del currante, siempre viajando de un lado a otro, sin saber que haras mañana, si te tomaras un coco en Copacabana, si sobrevolaras Rio de Janeiro en helicoptero. Estoy harto de esta vida tan sufrida, me muero de ganas de tener un empleo emocionante como el de Tato o Jose, lleno de aventuras y emociones en los despachos mas salvajes del reino animal....jajaja.
Nos vemos pronto bsss.
Fdo.: Manuel de la Cuadra Salcedo